Hay muchos mitos sobre el sexo en los varones, y en general en hombre y mujeres. El desepo sexual y el erotismo es un estado mental, resultado del sentido de la visión, y vivencias pasadas.
Se dice que el amor en el varón, entra en él por los ojos y en la mujer por el oído, es una frase muy cierta, pues la mayor forma de excitación en el hombre es cuando observa las curvas de una mujer, tanto en sus pechos como en sus nalgas o en sus caderas o sus piernas, y ellas lo saben muy bien, por eso es su afán de adornar esas áreas de sus cuerpo.
El hecho de dirigir la mirada hacia esas zonas del cuerpo de la mujer crea en ellas un estado de satisfacción y excitación, tan fuertes como el tocarlas, y eso mismo sucede en el varón cuando mira y admira el cuerpo de la mujer.
El deseo sexual y la excitación también son estimulados por las expresiones del varón, el cual debe halagar su belleza, de rostro de manos de hombros, de cabello, etc, eso es algo que les agrada mucho, amén de interesarse en las pequeñas cosas que cuenta. El ser amables con ellas y hacerles escuchar frases tiernas y delicadas hacen que despierte su erotismo.
Otra de las formas de atracción sexual para a mujer es el “poder”, les encanta el hombre que tiene dominio sobre otros sea de la forma que sea, y sobre todo si estos son muy elocuentes, fortifica más aun el afecto, y si le agregamos un toque paternal a este varón con poder, se hace para ellas muy irresistible.
El poder puede ser económico, intelectual, espiritual, político, delincuencial, muscular, etc., todo deviene en una provocación para ellas que termina en una excitación.
Estos elementos son más poderosos que el buscar las zonas erógenas de ambos contrincantes. Sabemos que el cuerpo de la mujer es en su totalidad erógeno, desde la cabeza hasta os pies. Pero si es tocada por un individuo de características como as expuestas antes, el efecto erótico es muchísimo mas fuerte que si es tocada por un individuo quien para ella es común y corriente.
Es decir, que las zonas del cuerpo que es tocada se vuelve más erógena dependiendo de las manos de quien la toque, pues hay en ellas una disposición mental previa, propia de ellas , que hace que pierda el control, se muestre nerviosa y con deseos de alejarse de aquel individuo que hace que sus hormonas se suban al cabeza nublándoles el pensamiento y no sabiendo cómo actuar ni que responder, es decir quedan VULNERABLES.
Peor aún si el encuentro coincide con los días en que la mujer está en “esos días” ( mitad del periodo en el que ha de venir la siguiente regla), en los cuales su cuerpo se prepara para recibir al macho. Como a todo mamífero, la naturaleza prepara a la hembra para perpetuar la especie, en nuestro caso es la mujer, quien tiene esos días de “calor” y de “flujo” y que en los perritos y gatitos se llamarían “días de celo”. Dicho sea de paso ellas hablan muy poco de eso.
En próximos comentarios les entregaré más de estos temas.
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