Brandon Bryant mató a más de 1.600 personas en cuatro años
"¿Cómo podían ser nuestras acciones legales y justas?", empezó a preguntarse, lo que le hizo abandonar el programa secreto de drones, tras cuatro años y medio y haber matado a unas 1.626 personas. Aunque Bryant recuerda aún su primer disparo: "Un misil cayó justo entre los pies de estas
personas".
"Vemos siluetas, sombras de personas a través de nuestras pantallas y matamos esas sombras", ha explicado el ex operador de drones. "Cuando aquí era de noche, era de día en Iraq y Afganistán", así que "uno los veía vivir sus vidas, ponías una bomba y volvías a casa con tu familia".
"Nos decían que eran los malos", cuenta Bryant, pero lo cierto es que en su segundo disparo, "faltaban pocos segundos para disparar, cuando vi una persona pequeña entrar, luego impactó el misil". Cada disparo pasaba por una doble protección, por una parte, tenía que disparar el láser el operador de drones y, en segundo lugar, el piloto.
El piloto dijo simplemente que "era alguna persona". Sin embargo, para Bryant no fue simplemente "alguna persona" y, tras pedir al controlador de pantallas que examinase el vídeo, le dijeron que "era un perro", pero "no podía ser un perro", ha confesado Bryant, que tiene claro que "era un niño". "Sentí repugnancia", continúa Bryant, que "dejó de dormir", porque "cuando iba a casa después del trabajo, soñaba con los disparos, soñaba en infrarrojo".
Cuando le pidieron que matara a un ciudadano de Estados Unidos porque "podía ser el próximo Bin Laden", Bryant se replanteó su trabajo: "Era estadounidense, era una de las personas que había jurado proteger. Fue entonces cuando decidí dar la espalda a todo eso y marcharme".
http://www.spanish.alahednews.com.lb/essaydetails.php?eid=13962&cid=29#.VNNFHCKG_U1
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