"El
control de las reservas de gas del litoral de Gaza tiene que ver con las
operaciones del ejército de Israel"
The Real News Network
Traducido
del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
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El Dr.
Nafeez Ahmed es un reconocido escritor, periodista de investigación y experto
en seguridad internacional. Es colaborador habitual de The Guardian en temas
geopolíticos en los que se interrelacionan el medio ambiente, la energía y las
crisis económicas.
-El
ataque israelí contra Gaza ha dominado los titulares internacionales durante
semanas. La cifra de palestinos muertos ha superado los 2.000, los soldados
israelíes muertos 64. Sin embargo, el papel de las reservas de gas natural de
Gaza, valoradas en 4.000 millones de dólares, ha recibido mucha menos atención.
-Nafeez
Ahmed (NA): Gracias,
Antón.
-AW:
Vamos a empezar. ¿Qué pruebas documentales existen de que las reservas de gas
estén teniendo en efecto un papel en el último ataque contra la Franja de Gaza?
-NA: Bien, obviamente la historia de
este tema se remonta realmente a la fecha en que se descubrieron, entre 1999 a
2000. Y fue el Grupo BG, que es una compañía británica, quien descubrió el gas.
Al
haberse ido agravando las cuestiones energéticas en Israel, todo lo que viene
sucediendo en los últimos seis o siete años, sus repetidas incursiones
militares en Gaza, parece haber estado muy vinculado al interés por dominar y
explotar esas reservas de gas situadas frente a las costas de la Franja.
Israel ha
hecho muchos esfuerzos para llegar a algún tipo de acuerdo con su parte
favorita, es decir, la Autoridad Palestina en Cisjordania, a cargo de Fatah,
haciendo caso omiso de Hamas, que es considerada como una entidad con la que no
se puede negociar en circunstancia alguna. Ahora, desde la Operación Plomo
Fundido y desde mi punto de vista, el control de las aguas marinas de Gaza
donde están esos recursos de gas ha ido adquiriendo cada vez más importancia.
En 2007, el actual ministro de defensa, Moshe Ya’alon, escribió un artículo, un
documento político a través de algún censor de asuntos públicos donde llamaba
explícitamente a una acción militar para expulsar a Hamas y empezar con las perforaciones
para poner a producir las reservas de gas en Gaza. Y, básicamente, no sólo
indicaba que Hamas era un obstáculo para la explotación de esos recursos, sino
también la Autoridad Palestina
Así pues,
creo que aquí hay dos dimensiones. Una, que básicamente hay un interés
estratégico en impedir sencillamente que los palestinos puedan utilizar
realmente esos recursos para sí mismos, en su propio beneficio, haciéndose por
ello más independientes de Israel y más viables como entidad independiente,
como estado independiente. Desde luego, la otra cuestión relacionada con ésta
tiene que ver con las propias necesidades energéticas de Israel.
Bien, las
dificultades eran de nuevo que Hamas se interponía en su camino, los términos y
condiciones que Hamas pondría y esa ideología absoluta de negar a los
palestinos cualquier tipo de papel en cualquier desarrollo de sus propios
recursos y avances en una trayectoria independiente.
Por
tanto, bajo mi punto de vista, si unimos todos esos elementos, queda claro que
Moshe Ya’alon (en aquel tiempo, cuando escribió por primera vez ese artículo,
era ex jefe de las fuerzas armadas, pero ahora ocupa de nuevo una posición
importante en la administración) está ejecutando el plan de guerra. A mí me
parece que está claro que es muy probable que esté exactamente llevando a cabo
ese plan para cumplir esa agenda de aplastar ante todo a Hamas y conseguir
algún tipo de control estratégico sobre Gaza para que Israel pueda, por un
lado, asegurarse de que los palestinos no consiguen desarrollar la producción
de ese gas y, por otro, asegurarse de que Israel pueda producirlo para sus
propios intereses.
-AW:
Bien, entonces, cuando dices que el propósito a nivel estratégico de los
ataques contra Gaza es el control del gas, persigue también evitar la crisis
energética israelí. ¿Puedes hablarnos de esa crisis?
-NA: Esta crisis energética se ha
mencionado en una serie de publicaciones empresariales israelíes, aunque no es
muy conocida. Y tiene que ver con el problema de las cada vez más frecuentes crisis
eléctricas y con la incapacidad para conseguir que los recursos internos de gas
empiecen a producir. En cuanto a todos los descubrimientos habidos en los
últimos años, hay mucha gente en la industria existente del gas y del petróleo,
especialmente de la industria del gas y petróleo israelí y de la industria del
gas y petróleo británico y estadounidense, dándoles mucho bombo y hablando de
que Israel va a convertirse ahora en una fuerza geopolítica importante, que va
a convertirse en un exportador neto de gas en la región, que va a poder
exportar a Jordania, incluso hasta a Europa, según algunos.
Sin
embargo, hay un informe interesante que Haaretz, el periódico liberal de
Israel, logró desenterrar, un interesante artículo de investigación, redactado
por los dos científicos principales de los ministerios de energía y del agua,
donde se descubría que el comité formado para desarrollar las políticas
relativas a las cantidades de gas que habría que exportar y a las cantidades
que deberían conservarse para uso interno, había llegado a la conclusión de que
las predicciones que se habían hecho sobre la producción de gas y las
valoraciones de cuánto podría realmente aumentarse la producción en las
próximas dos décadas estaban realmente sobrevaloradas y que, en realidad, la
cantidad de gas que podría producirse comercialmente era muy inferior.
A partir
de todas las consideraciones anteriores, creo que todo está muy claro, que es
una cuestión muy real. Si miras lo que ha estado sucediendo el pasado año: ha
habido reuniones, encuentros secretos entre funcionarios israelíes, el
negociador personal del propio Netanyahu y representantes del Grupo BG, que
básicamente es quien tiene derecho en estos momentos al gas de Gaza. Y,
curiosamente, los funcionarios palestinos, no sólo de Hamas, sino incluso de
Fatah, la Autoridad palestina, fueron excluidos de esos contactos. Y eso
sucedía en el mismo momento en que Netanyahu decía que sí de boquilla a un
posible acuerdo, decía sí, queremos impulsar las negociaciones con los
palestinos sobre el gas de Gaza, y cuando Kerry, como parte en el proceso de
paz, impulsaba un paquete de estímulos económicos, y una parte de ese paquete
se refería al desarrollo de la zona marina de Gaza. Por tanto, teníamos a
Netanyahu desplegando un doble juego diciendo.Así pues, se dedica a torpedear deliberadamente ese proceso de paz
porque no quiere un estado palestino viable e independiente y, al mismo tiempo,
tampoco permite que las autoridades palestinas participen en las negociaciones
alrededor del gas de Gaza.
Así pues,
si consideramos todas estas evidencias circunstanciales acaecidas a lo largo de
los dos últimos años, parece estar muy claro que los recursos energéticos de
Gaza han jugado realmente un papel muy importante en las consideraciones
estratégicas de Israel –no el único papel, por supuesto, hay muchos otros
factores- pero es ciertamente una cuestión cada vez más importante.
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